martes, 4 de diciembre de 2012

Más competitivos


Más competitivos

Por:  04 de diciembre de 2012
El inventario de dolencias que exhibe la economía española no es precisamente reducido, ni de escasa severidad, pero hay que destacar un rasgo inequívocamente favorable: el aumento de la competitividad internacional de nuestras exportaciones. El gráfico adjunto, perteneciente al último informe de la OCDE sobre la economía española, da cuenta de ello.
Al inicio de la crisis el déficit por cuenta corriente de la economía española era de los más elevados de las economías avanzadas. Ahora va camino del equilibrio. Es verdad que en la reducción de ese desequilibrio ha jugado un papel importante la reducción de las importaciones, que no lo han hecho más por la rígida dependencia que tenemos de las energéticas. Así, no puede pasarse por alto que la balanza comercial frente al conjunto de la UE es excedentaria, o el buen registro de los ingresos por turismo extranjero. Pero lo más destacable, en todo caso, es la defensa de la cuota de mercado de las exportaciones, mejorando notablemente a partir de 2008, como se ilustra en el gráfico 1.
Algunas empresas españolas están haciendo de la necesidad virtud. Y esta no es otra que el notable aumento de las ventas de bienes y servicios al exterior. La defensa de su capacidad exportadora y en algunos casos la irrupción en los mercados internacionales de empresas que hasta el inicio de la crisis lo habían hecho de forma poco menos que testimonial. Más allá del imperativo del desplome de la demanda nacional, en ese favorable comportamiento de las exportaciones españolas ha influido de forma determinante en muchos sectores la contención de la remuneraciones salariales, cuando no su manifiesta reducción. Como se aprecia en ese mismo gráfico, los costes laborales unitarios no han dejado de caer en todos los sectores (aunque especialmente intensas en las manufacturas) desde 2009 sobre la base de importantes ganancias de productividad. Es verdad, como destaca la OCDE, que esas ganancias de productividad vienen fundamentalmente explicadas por reducciones en los empleos con más baja productividad, fundamentalmente temporales y la amplia mayoría correspondientes al sector de la construcción. De ahí que para el mantenimiento de esas variaciones favorables, como acertadamente sugiere la OCDE, no haya más remedio que buscar nuevas fuentes de incremento de esa productividad del trabajo. Eso nos remite necesariamente a la profundización en sectores donde las dotaciones de capital tecnológico y humano son más relevantes. También al necesario fomento de la natalidad empresarial en las proximidades de nuestras universidades y en aquellos ámbitos donde los componentes de investigación e innovación son dominantes. Para que ello sea posible son precisos cambios de actitudes culturales y la eliminación de barreras a la canalización de la capacidad para emprender. Y de éstas, ahora las de naturaleza financiera siguen siendo las más disuasorias.
Gráfico 1. Competitividad de la economía española
EO 3 dic 2012 (gráfico 1) español
















Gráfico 2: Ingresos por exportaciones de bienes y servicios. Comparación internacional, % variación anual
EO 3 dic 2012 (gráfico 2) español

(*) Artículo publicado en la revista “Empresa Global” editada por Afi

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