martes, 6 de noviembre de 2012

optimismo y felicidad en el trabajo y en la vida.





En estos tiempos de crisis tener un trabajo es una bendición por lo que supone de ingresos económicos, status social y estabilidad emocional. No obstante, más del 50% de las personas no son felices en sus trabajos. 

En hebreo, la palabra "trabajo" (avoda) tiene la misma raíz que la palabra "esclavo" (eved). Muchos de nosotros no tenemos más remedio que trabajar para vivir. Así que si no podemos permitirnos el lujo de dejarlo, por el motivo que sea, o simplemente no queremos dejar el trabajo ¿qué podemos hacer para que nos resulte más agradable?

Me gusta leer sobre la felicidad, uno de mis libros favoritos es Ganar Felicidad, de Tal Ben-Shahar. En él tiene todo un capítulo dedicado a la felicidad en el trabajo. 

En ocasiones la felicidad en la vida profesional y en la vida personal no es una cuestión de sumar, sino de restar. Dejando de hacer una serie de cosas podemos ser más felices en nuestro trabajo (y en nuestra vida). Las 10 claves para ser feliz en el trabajo tienen que ver con dejar de hacer cosas que nos impiden mejorar. 

Así que si quieres ser más feliz en el trabajo deberías tratar de dejar de:

1. Echarle la culpa a los demás.
La culpa no es siempre de los proveedores, del servicio externo, de los clientes, del tiempo, del país o del gobierno. En ocasiones la culpa es nuestra. Deja de echarle la culpa de lo que ocurre a la crisis, a "la cosa" o a los políticos. Aproveche el tiempo. Salga a ver qué necesitan sus clientes. Hable con ellos. Deje de pensar que son los demás los que tienen la culpa. Asuma su responsabilidad. Eso le ayudará a mejorar. Y si mejora, será más feliz.

2. Tratar de impresionar a los demás.
Nadie le quiere por su ropa o por su coche o por su casa. Las posesiones están bien pero no son fundamentales para los negocios. Puede que a la gente le guste como viste o comente el modelo de coche o de teléfono que luce...pero eso no se transforma en más pedidos. Las relaciones genuinas no se construyen con elementos superficiales. 

3. Apegarse demasiado a las cosas.
En el momento en que te apegas demasiado a las cosas, a las personas, al dinero... ¡lo estropeas todo! El reto es apreciarlo todo y no apegarte a nada (Andrew Mathews, autor del superventas Por favor sea feliz).

4. Interrumpir a los demás.
Cuando se interrumpe a alguien, lo que realmente estás diciendo es: "No te estoy escuchando para entender lo que estás diciendo, te estoy escuchando para poder decir mi opinión".
¿Quieres saber qué desea la gente, tus clientes, tus proveedores? Escucha lo que dicen. Concéntrate en lo que dicen. Haz preguntas para asegurarte de que entiendes lo que dicen.

5. Quejarse.
Las personas que se quejan están perdiendo el tiempo en actuar. Quejarse menos y actuar más. Es de sentido común. Quejarse de tus problemas te hace sentir peor, no mejor.
Si algo está mal, no pierdas el tiempo quejándote. Esfuérzate en mejorar la situación. No estés todo el tiempo hablando acerca de lo que está mal. Habla sobre cómo vas a hacer que mejoren las cosas, incluso si esa conversación es sólo contigo mismo.

6. Controlar en exceso a los demás.
Si tratas a la gente como adultos te responderán como adultos. Si tratas a la gente como niños, te responderán como niños. El control suele ser a corto plazo y no suele funcionar si es una medida de presión. En tu empresa sienta las bases generales de funcionamiento (horarios, descansos, obligaciones), explica los motivos de por qué se hacen las cosas de esa manera y confía en las personas sin dejar de estar pendiente. Pero no dejes que el control en exceso te desvíe de tus verdaderos objetivos. Si eres empresario tu misión no es únicamente controlar a tus empleados.

7. Criticar a los demás
Todo el mundo es diferente, no mejor, no peor, sólo diferente. Apreciar las diferencias en lugar de las deficiencias te situará en una posición privilegiada tanto con tus compañeros de trabajo como con tus empleados. Si no estás de acuerdo con la actitud de un compañero o un empleado, criticarlo es solo perder el tiempo y crear un ambiente negativo que no ayuda en nada. Y te impide ser feliz.

8. Dar consejos sin que te lo pidan
Si la gente no te pide un consejo, no pierdas el tiempo dándolo. Por lo general no les interesa la información. Tu misión en la vida no es cambiar a la gente. 

9. Aferrarse al pasado
El pasado es valioso. Aprende de tus errores. Aprende de los errores de otros.
Entonces déjalo ir y encara el presente y el futuro. En los negocios eres tan bueno, en ocasiones, como tu último trabajo. No te aferres al pasado y ganarás felicidad.

10. Tener miedo.
Todos tenemos miedo: de lo que podría o no suceder, de lo que no podemos cambiar o de lo que no vamos a ser capaces de hacer. Tenemos miedo de cómo nos perciben las otras personas. En ocasiones, el miedo desaparece tras dar el primer paso. El valor no es la ausencia de miedo. El valor es actuar a pesar del miedo.

Fuente: Time Business

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