Cómo salir de la crisis.

Artículo de opinión-colaboración:

 
Mucho se está hablando sobre que el pueblo tiene el poder. No oigo más que oír quejas por parte de unos, por parte de otros, pero muy señores míos, a mis oídos no llega ni una solución. Sé que solo soy un humilde ciudadano y que mis palabras e ideas caerán en saco roto, pero a continuación voy a contaros una solución para salir de la crisis. Quién tenga oídos que escuche.
 
En primer lugar, saber que esta crisis no está en su punto álgido, no importa cuántos rescates (o ayudas financieras a la banca) nos concedan, si algo es seguro, es que lo podrido, no se recupera milagrosamente, acabará pudriendo al resto. En un principio las medidas serán duras, pero es un mal necesario.  Como primer paso, hay que nacionalizar los dos principales bancos del país (sí, como lo oyen. Y no, no estoy loco), Santander y BBVA. Si la cosa sigue así, no vamos a vivir, vamos a sobrevivir, es mejor adelantar lo inevitable antes que estar agonizando y alargando el sufrimiento. El gobierno dispone de medios para hacerlo, otra cosa son agallas. Con esto, evitaríamos un colapso total del sistema bancario, evitaríamos el colapso financiero del país y la práctica quiebra de España. Gracias al decreto gubernamental correspondiente, las ciudadanos tendríamos asegurados hasta 100.000 euros de los ahorros que tuviésemos. Los que tengan más, señores, han confiado sus ahorros a una empresa privada, con el consiguiente riesgo de que si quiebra, pierdes. Sí, mis palabras son duras, pero recordemos que España entera está al borde del abismo, y si no hacemos nada, nada cambiará. Nacionalizar no significa perder prestaciones, los negocios nacionales, los centros de llamadas, los cajeros y las operaciones por Internet de los bancos seguirán estando abiertas a operaciones comerciales. Simplemente será un primer paso para asegurar un buen funcionamiento del sector bancario nacional y los depósitos nacionales. Aquí, españoles, es cuanto más unidos, trabajadores y concienciados con la situación debemos estar. Nada de bajas absurdas, nada de permisos especiales, nada de llorar por lo que no tenemos. Hay que pensar en el objetivo final y en lo que vamos a conseguir.
 
Esta medida, sin duda la más difícil y conflictiva, provocará revuelo internacional, exponiéndonos a denuncias por parte de gobiernos extranjeros para recuperar el dinero invertido por los mismos en dichos bancos. Pero a expensas de las denuncias, el Gobierno español debería vender lo antes posible las actividades en el exterior de los bancos amenazados por la crisis, no sólo de los dos anteriormente mencionados.
 
Tras esto, el Euro de devaluará considerablemente en toda Europa. Pero nunca por debajo del mínimo permitido (en comparación con el dólar), ya que si el Euro se devaluara drásticamente, los mercados cambiarían sus terrenos de compra, y en vez de comprar en EEUU, lo harían en Europa, este acuerdo fija que el valor de la moneda europea no puede caer por debajo de un mínimo (no son listos los Yankees ni nada.).
 
Tras esta medida y sus consecuencias, la bolsa de Madrid debería suspender su actividad y el Gobierno declarar al país en bancarrota (paciencia señores, sigo sin estar loco).
 
Ahora mismo, el rescate (aún no fijado) se supone que deberá devolverse a un interés de entre el 3 y el 5%, aunque nuestro presidente asegure que ese interés lo pagará la banca, no nos engañemos, lo pagaremos nosotros indirectamente con condiciones en préstamos, hipotecas, IVA, etc más elevados. Y con mi propuesta de nacionalizar los dos principales bancos, la deuda será gubernamental, y por tanto de todos los españoles. ¿Qué hacer pues? Celebrar un referéndum para que el pueblo pueda votar si aplicamos la Ley de la deuda (SÍ señores míos esto SÍ puede hacerse), pero para ello, Rajoy NO debe firmar el acuerdo con la banca, y así convocar el referéndum para que seamos los españoles los que, llamados a urnas, decidamos nuestro futuro. Y pensaréis. ahora ya no hay tiempo. Tranquilidad, confiar en mí si os digo que esta no será la última vez que tengamos que pasar por un apoyo financiero (o rescate).
 
Como gente con raciocinio que somos, he de suponer que haremos que gane el NO, no queremos pagar los españoles unos 4.000 millones de euros en un plazo de 15 años. Bien es cierto que esto conllevará un aislamiento político y financiero, el FMI podría negarse a la concesión de préstamos a España, lo que haría retrasar su reactivación de la economía; esto haría caer el PIB de España. Pero ánimo señores, ya estamos en el pozo, ahora sólo podemos ir para arriba.
 
Una vez sumidos en la mierda, el Gobierno debería abrir una investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis. Y si el gobierno no lo hace, la encargada de ello sería la Europol, esa gran desconocida, pero la policía Europea está para cosas de este tipo, que curren un poquito. No hay duda que esta investigación ocasionará detenciones de varios banqueros y altos ejecutivos, y en casos excepcionales, exilio.
 
Y ahora llega lo importante, llegados a este punto de crisis máxima, y saneamiento del sistema bancario del país, los ciudadanos debemos estar todos a una, como los de Fuenteovejuna.
 
El Gobierno debe dimitir en bloque, y si no lo hace, muy señores míos, nosotros tenemos el poder de obligarles. Un día de huelga general no hace nada, pero una huelga general que de verdad, pero de verdad, colapse el país, y no levantarla hasta que el Gobierno tome conciencia de la situación, sí. No hablo de revueltas violentas, no, hablo de brazos cruzados. El Gobierno, finalmente, cederá el poder al pueblo. No queremos elecciones anticipadas, hay que pedir soberanía al pueblo.
 
Una vez logrado, debemos formar una asamblea, formada por los miembros más destacados y sobresalientes en política, economía; analistas, abogados, jueces... Esta asamblea, debería estar formada por unos 30-40 hombres y mujeres de distintas edades, comunidad autónoma y, muy importante, sin filiación política. Para poderse presentar candidato a formar parte de una asamblea de estas características, únicamente tiene como requisito indispensable ser mayor de edad (sin filiación política como he dicho) y acreditar, mediante recogida de firmas, un apoyo de al menos 30 personas. De los candidatos que se presenten a formar parte de la asamblea general, el pueblo español tendrá conocimiento de toda su carrera profesional, para así poder elegir al reducido grupo de ellos que, mediante votación popular a nivel nacional, serán los encargados de redactar la Carta Magna, la antesala de una nueva Constitución.
 
Para asegurar la imparcialidad, cada comunidad deberá crear una asamblea propia, en el que se expresen los puntos propios para defender los derechos de su propia comunidad. Todas ellas, pondrán a disposición de la asamblea constitucional sus propuestas, haciendo esta última un acopio de ideas de las distintas propuestas. Debatiendo racionalmente cada uno de los puntos en desacuerdo. La labor fundamental es crear una Constitución redactada a partir de las lecciones aprendidas de la crisis, y que sustituya a la actual.
 
Una vez redactada, deberá ser aprobada por el actual Parlamento y por el nuevo Gobierno que se constituya tras las próximas elecciones legislativas. Pudiéndose presentar al cargo la misma asamblea constitucional que redactó la Carta Magna.
 
A partir de aquí, muy señores míos, España, y su economía, recuperarán en (muy) pocos años, la fuerza de antaño. El trabajo fluirá y, una vez Europa vea lo que hemos conseguido, envidiará nuestro sistema financiero, volviendo a confiar en él, y haciéndolo aun más poderoso.
 
No pretendo engañarles, el camino es duro, requiere sacrificio y tesón, pero juzguen ustedes si merece la pena mantener a un país herido de muerte, o renacer con más fuerza de nuestras cenizas cual ave fénix. Yo lo tengo claro. Hace falta que lo tengamos todos, independientemente de que nos gusten las gaviotas, rosas, o demás iconos absurdos.
 
J.M.C.
Analista de Sistemas en la Banca