Economista e inversor. Analista económico y colaborador de publicaciones especializadas en economía. Consultor en gestión patrimonial y carteras e inversiones
Hace unos días hicimos algunos comentamos sobre un artículo en Financial Times de Wolfgang Münchau, “There is no Spanish siesta for the eurozone”, que había levantado algunas controversias entre nuestros economistas y medios de comunicación especializados. Mis comentarios no fueron de rechazo a dicho artículo sino respecto a si primero se debía ajustar el déficit público antes que el privado o a la inversa.
Un asunto casi sin importancia si tenemos en cuenta que el viernes pasado, el gobierno hizo público su restrictivo presupuesto para 2012, y de nuevo Financial Times nos da su opinión, y como ya se comentó en Gurusblog su críticas fueron muy duras calificándolo de “extraño” y “desconcertante”.
1. Por una parte, existen serias dudas acerca de si los recortes, un 17%, podrán lograrse según lo estipulado por los presupuestos. También serias dudas acerca de la capacidad del gobierno de controlar los objetivos de las Comunidades Autónomas. A raíz de este asunto, la semana pasada comenté, y tras los resultados de las elecciones andaluzas, los riesgos que generan sobre nuestra deuda y posición en los mercados de capitales, el establecimiento de diferentes políticas económicas no acordes con el plan restrictivo del gobierno central.2. En segundo lugar FT critica duramente los recortes en los fondos destinados a formación y otras políticas activas en la creación de empleo, ya que dichos recortes dañarán sin duda nuestro capital humano a no muy largo plazo.3. Respecto a los impuestos para las empresas, FT califica de “extrañas” las eliminaciones de las deducciones fiscales a las empresas, incrementando su esfuerzo fiscal, y alertando que eso provocará una desviación de las inversiones internacionales en nuestra economía, justo en un entorno económico recesivo y de desempleo creciente. En este sentido, FT apuesta por la subida del IVA mientras que nuestro gobierno prefiere no tocarlo ya que supone un encarecimiento de los precios, perjudicando claramente nuestro diferencial inflacionista con la eurozona, al mismo tiempo que retraería el consumo justo en un momento de escasa demanda por parte de las economías domésticas, ocasionando el cierre de muchos negocios y el incremento del desempleo, verdadero objetivo de nuestra política económica.4. Finalmente, y en relación a la “amnistía fiscal”, duda sobre su capacidad recaudatoria (estimada por el gobierno en unos 2.500 millones de euros), al mismo tiempo que genera riesgo moral en los contribuyentes. De hecho, en la práctica es casi la parte del presupuesto que ha generado más polémicas.
Financial Times no censura abiertamente los recortes impuestos por la UE, pero sí indica que el presupuesto se podría haber hecho de otra manera.
Es necesario reformar la estructura administrativa del Estado
Una crítica que no hace Financial Times, es la relativa a todo ese entramado de medidas, comunicados, desmentidos,… hasta el punto de traicionar su programa electoral –y por extensión a sus electores– con tal de no acometer la medida vital para la supervivencia de nuestra economía, que no es otra que el adelgazamiento de la estructura administrativa del Estado. Medidas que redundan sobre sus propios afiliados y cargos políticos, pero que habrá que llevar a cabo de forma voluntaria, o de forma obligada cuando eventualmente la economía española sea intervenida oficialmente por la “troica”–y no sólo “casi” de facto, como en la actualidad– .
Olvidos muy patentes en lo referente a la eliminación de las Diputaciones –heredadas, debo recordar, por una estructura administrativa centralizada, y cuya eliminación fue olvidada con la instauración del Estado de las Autonomías– (por extensión, de los Consejos Insulares en Baleares y los Cabildos Insulares en Canarias) y la fusión de municipios, más de 8.000, la mayoría con una población inferior a los 2.000 habitantes, y procedentes de una época en la que la gente se desplazaba a lomos de mulos o caballos. Nada que ver con la realidad actual.
Una reforma importante de nuestra estructura administrativa a la que hay que dedicar mucho más arrojo que el demostrado por la administración Rajoy. Al menos hasta el momento. Para los que pensamos que el presupuesto es el principal arma del gobierno para superar la crisis económica, vemos que ha sido corto de miras ya que se dedica casi exclusivamente al control del déficit sin incidir de ninguna manera en medidas que repercutan positivamente en nuestro tejido productivo.
Como bien indicó hace unos días Rubén J. Lapetra en una publicación en El Confidencial, ”De la huelga a la revolución emprendedora”, no se ha hecho nada por los autónomos, ni por los creadores de empresas innovadoras,… sólo es un presupuesto dirigido a beneficiar a los contratistas de la Administración Pública. Y textualmente indica “Es verdaderamente preocupante ver como la primera línea de los miembros del Gobierno domina el arte de estudiar, legislar, gobernar, conceder, registrar, hacer carrera y, sobre todo, opositar. La mayoría lo han hecho. Pero, ¿tienen experiencia en emprender, vender y competir?
Para los que opinan que Financial Times es un periódico económico la que no hay que conceder mucha influencia, decirles que deben tener muy claro que las verdaderas personas influyentes a nivel mundial leen habitualmente ese diario. Y eso sí es relevante. Las palabras pronunciadas por Rajoy en León hace justo un año parecen muy lejanas, y hasta olvidadas:
“El medio para que haya empleo es que haya gente que emprenda. España necesita un millón de emprendedores”. Ya han pasado más de 100 días de gobierno del Partido Popular, ha habido una huelga general de irregular repercusión, el desempleo sigue creciendo,… Y seguimos echando de menos medidas que dinamicen nuestra economía. Los plazos que normalmente damos a los gobiernos para que desarrolle sus políticas se van terminando poco a poco.
Sin embargo, hay que reconocer que el gobierno se encuentra en una tesitura de difícil equilibrio. Tal como indica el ministro de economía, De Guindos, si no se hacen los ajustes suficientes, el mercado penalizará la deuda española, y si nos pasamos igualmente la penalizará porque unos presupuestos demasiado restrictivos hundirán cada vez más la economía, y con ello nuestra capacidad de pago.
Nos enfrentamos por tanto a una estrategia de perder-perder, que no acepta margen de error. Nuestro futuro económico depende de lo acertado de ese presupuesto y de su ejecución.
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